DÍA ENTRE ELEFANTES Y CASCADAS

Después de meditarlo mucho, y con las ganas que tenía Natalia de ver elefantes, decidimos preguntar por excursiones para verlos, pero eso sí, santuarios de elefantes, donde llevan a los que salvaron de trabajos forzados después que prohibieran hacer esto en todos los "Laos" del sudeste asiático (tu-cu-tun-psssss :) )

Al final encontramos un pack de un día que nos llevaban al santuario, a las cuevas Pak Ou, y a las cascadas de Kuang Si, vamos, todo lo importante que había para hacer en las afueras de Luang Prabang concentrado en un tour, pero haciendo números, nos salía a cuenta cogerlo que no ir por nosotros mismos, ya que las distancias eran bastante grandes...

Primero, llegamos al santuario, donde la primera impresión fué buena al ver como trataban a los elefantes, solo les hablaban o tocaban, en ningún momento les pegaban para nada (supongo que de donde venían, ya los tendrían bien domesticados a base de palos... :(, por eso estos sitios son importantes para ellos, es el lugar donde pueden vivir más "dignamente", ya que en total libertad no podrán hacerlo jamás, y en este campo la verdad, tenían mucho espacio libre)

Cuando fuimos a montar para dar un paseo, Natàlia con toda su buena fe y valentía le preguntó al chico si era posible montar sin la silla que les ponen, y el chico le dijo que lo podíamos intentar. Solo puedo deciros que no hay foto de este momento porque Natàlia no me devolvió el brazo hasta que bajó del elefante para que le pusieran la silla, y yo aún tengo sus dedos marcados en mi brazo de agarrármelo, una lástima porque su cara era un poema digna de fotografiar, aunque más o menos era así...jejeje.

Después de dar una vueltecilla por el bosque con el paquidermo con un remuevo de sensaciones, sintiéndonos culpables, con la moral dándole vueltas, al final llegamos a nuestra propia conclusión que ya os la contaremos en persona que sino me alargo mucho, la verdad es que lo disfrutamos muchísimo.

 

Yo no me quería quedar sin intentar subir sin silla, y se puede, pero para un ratito solo, para toda la vuelta que dimos y con las bajaditas... Solo para expertos laosianos! Jejeje

El siguiente destino eran las cuevas, así que desde el mismo santuario, cogimos una barquita para cruzar el Mekong y llegar a las cuevas.

Mi punto de vista sobre las cuevas: demasiadas escaleras para lo que hay que ver. Una pequeña cueva con unas 2000 figuritas de Buda dónde había que entrar con linterna, y otra un poco más grande con otras 2000...

Volvimos al santuario a comer y cuando terminamos pusimos rumbo a las cascadas Kuang Si.

En la entrada está el centro de rescate y recuperación de osos llamado Tat Kuang Si Rescue Centre. Se trata de una iniciativa privada de un grupo de australianos donde se encargan de rescatar a osos de las manos de los cazadores furtivos y de proporcionarles un hogar. 

Se nota en algo que lo he copiado de la página oficial??? :) Bueno, el caso es que están ahí y parece que se divierten.

Empezamos a subir por el rio dejando pasar pequeñas lagunas y pequeñas cascadas, todo muy bonito la verdad, y con sitios para saltar que no dejaría pasar claro está.

Pero cuando llegamos a la parte más alta...,  eso sí era una cascada!!! Posiblemente la cascada más impresionante que habíamos visto nunca...

Para acabar el tour, yo me dediqué a bañarme en las lagunas, saltar como un tonto de los árboles al agua, meterme bajo las pequeñas cascadas que podía llegar, y Natàlia como no le apetecía bañarse, pues se quedó de fotógrafa oficial... muy buena por cierto... jejeje.