UN DIA EN EL DESIERTO - JAISALMER

Bueno, creo que si voy a estar 6 meses saliendo en entradas y en fotos de este bloc, ya va siendo hora de que escriba algo yo también. Y que mejor oportunidad para hacerlo, que el día que más cosas nuevas y diferentes he hecho de toda mi vida.

Nos hemos despertado en nuestra tienda de Reigsthar Guest House y después de desayunar dos huevos duros, un plátano y una especie de cereales amarillos con cacahuetes, empezamos la aventura.

Primero subir en camello, acompañados de 2 guías (cuyos nombres al minuto de decírmelo, ya no me acordaba...), a hacer una ruta por el desierto de Jaisalmer, frontera con Paquistán, hasta llegar a una zona entre dunas resguardada del viento en la que poder parar a descansar y comer un menú elaborado allí en medio de la nada por Billy y Joe (llamaré así a los guías a partir de ahora...:), el cual no estaba nada mal, solo que le sobraba un poco de arena, jeje (y le faltaba un poco de sal (Natàlia)) jejeje

Después de una mini-siesta tumbados al sol, nos pusimos en marcha de nuevo para visitar un poblado cercano.

En ese momento, el mayor de los 2 guías (Billy) nos dejó para volver a por provisiones y nosotros fuimos con Joe al poblado, que resultó ser donde vivían los 2.

Muy amablemente nos invitó a su casa, donde conocimos a parte de su familia y fuimos observados por todos los niños del poblado, cada cual mas simpático y más "bonico" que el anterior.

Nos ofrecieron un te "masala" con agua de su pozo sacada con una botella de plástico, y ¿quién puede rechazar una oferta así? Si nuestras barrigas sobreviven a esto, nada podrá con nosotros!! :-P

Nos tomamos el te, que por cierto estaba tremendo, sentados en el muro de delante de su casa observando y pensando en la vida de esas personas que vivían en un poblado de chozas de barro y paja, lleno de animales sueltos vacas, cabras, camellos, perros, gallinas, sin electricidad ni agua corriente, y sin ningún tipo de lujo moderno y mucho menos electrónico o tecnológico.

Sin embargo, sobretodo a los niños, se les veía felices, riendo y jugando (sin un móvil, una tablet, y ni tan solo una pelota). Ninguno lloraba, se peleaba o gritaba.

Nos dió mucho que pensar sobre las necesidades de las personas, esas neesidades que nos imponemos a nosotros mismos y en el significado de las frases "el dinero no da la felicidad" o "quien más tiene, más quiere (y lo digo yo, persona consumista por excelencia...).

No se trata ni mucho menos de una lección de moral, es algo que uno sabe y ha oído muchas veces, solo que vivirlo y sentirlo en primera linia es más intenso y como que te lo crees más. Claro, lo estás viendo, luego cuando no lo ves se te olvida y vuelves a tus comodidades y "necesidades".

Después del te nos pusimos de nuevo en marcha hacia lo que sería nuestra zona de acampada para la noche.

Por el camino, Joe vió unas bolitas en el suelo bajo de un árbol.  Amablemente, recogió unas cuantas y nos las dió a probar con el detalle de no quitarme el ojo de encima hasta que me la metí en la boca y tragué, y la verdad, no estaba mal, un poco seca y arenosa para mi gusto, pero de sabor no estaba mal!

El problema fué que al decirle "Is good", decidió recoger medio árbol de bolitas (a pedrada limpia) para dárnoslas; así que después de comer una o dos más, sin que Joe se diera cuenta, Natalia y yo empezamos una batalla de bolitas de camello a camello. Ella no acertó ni una, como siempre :-D

Llegamos a la zona de acampada, entre dunas y con algunos árboles para resguardarnos del viento. Here it's not cold.

Mientras Joe se puso de nuevo a cocinar la cena entre piedras y con ramas que iba recogiendo nosotros hicimos una buena sesión fotográfica como a las que Nati le molan con una de las mejores puestas de sol que habíamos visto nunca.

A punto de acabar la cena, llegó Billy en su camello, con Cocacola para Natalia y una buena birra para el menda, jojojo!

Después de cenar, nos quedamos horas hablando sobre Paquistán, su trabajo y su vida en el poblado, le preguntamos si le gustaba vivir allí y nos dijo que sí, que era tranquilo. Billy solo conoce dos grandes ciudades: Jaisalmer y Jodhpur. Nunca ha estado en Dehli porqué está muy lejos, no le gusta.

Toda esta conversación alrededor del fuego y mirando las estrellas en el cielo raso.

Hasta las 22h que Joe volvió a su casa y nosotros nos fuimos a dormir, allí, en medio de la nada... Con un saco de dormir y 2 mantas para cada uno. Era una locura, pero aquí habíamos venido a jugar, y no nos íbamos a rajar.

Una vez dentro del saco y con las mantas, la verdad que frío no teníamos, y tampoco era excesivamente incómodo, así que... bona nit!!

Toc toc toc, a las 6 de la mañana, Natalia me despierta a codazos para que mirara el cielo, la luna se había escondido y ahora era sencillamente espectacular!! Creo que en mi vida había visto el cielo con tantísimas estrellas, con unas cuantas fugaces incluídas! En una palabra... BRUTAL!

Apunte: en realidad me había despertado para que dejara de roncar a su lado porqué no sabía si era yo o uno de los camellos gritándole en la oreja y porque después de 8h estirados en el suelo las espaldas se resentían y pedían a gritos: incorpórateee!!...  Pero ya que estaba... ¡¡¡Pedazo de cielo!!!

Bueno, pues hasta aquí mi aportación del mes al bloc, así que... hasta el mes que viene!!!

P.D. Quiero dejar constancia que la idea de escribir ha salido de mi, que se que muchos, por no decir la mayoría, pensará que Natalia me ha obligado...